domingo, 14 de junio de 2009

El paso siguiente

Sin considerar los aspectos culturales de nuestro "Chilito", el ser una mujer de 25 años diabética, ya no es considerada una maldición juvenil. Y creo que el paso siguiente para nuestra evolución personal, es la propia aceptación de ciertas dificultades kármicas que afectan el desarrollo de nuestra querida y nunca bien ponderada "AUTOESTIMA".
Si bien el apoyo familiar, amistoso y todo lo que nos rodea, es fundamental para asumir una enfermedad, que más bien es monótona y no recurrente de afecciones sentimentales; lo más importante es pasar por las tediosas etapas de la innecesaria aceptación.
Los invito a unirse a este flashback, que nos convoca a mis "dulces 19".
Edad traicionera y vulnerable, donde todo lo que nos dicen nos afecta de forma devastadora y ridícula, y donde carecemos de conciencia para darnos cuenta, de que en realidad-"la estamos cagando", de que nuestro cuerpo es fuerte y jóven y que ilusamente también es indestructible.

El creerse Superman, La Mujer Maravilla o cualquier otro súper héroe, no nos lleva directamente a comprender el balance natural de las cosas, si no que nos lleva a mandarnos más pastelazos.
Pero Señora, Señor, Papi y Mami, este proceso no es eterno.
Es algo natural que tenemos los seres pensantes que creemos en el engaño de nuestro propio intelecto. Por lo que, no hay que ponerle tanto color a los pincelazos que damos para corregir los problemas existenciales de "los hijos" que estén pasando por esta fase.

Asi que "Hijos de la fase", sí se puede carretear, sí se puede comer completos para el bajón, tomarse unas piscolas, (esporádica no periódicamente) llevar una vida normal, sin pensar que te vas a morir de un coma de lo que sea.
Pero mi consejo, como una dulce vividora y amante de la buena vida,- "Encuentren Su propio balance natural, su límite gozador que los ayudará a ser responsables, no dejen de lado el Ser diabéticos, porque es es lo que somos y tenemos que aprender a disfrutar lo que tenemos y no quejarnos de lo que nos falta, porque a veces, ni siquiera es necesario. "